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Pescado azul y pescado blanco. Aprendamos a diferenciarlos

Pescado azul y pescado blanco. Aprendamos a diferenciarlos

Pescado azul y pescado blanco. Aprendamos a diferenciarlos
23-05-2018

Desde un punto de vista nutritivo los pescados se pueden clasificar en función de su contenido en grasa como pescados grasos o azules, pescados semigrasos y pescados magros o blancos. Para diferenciarlos fácilmente a simple vista, no tenemos más que fijarnos en la forma de su cola: una cola en forma de V nos indica que ése es un pescado azul. Aunque los límites pueden variar ligeramente en función de la bibliografía, en general los pescados azules son los que poseen un contenido en grasa superior a un 5-6%, los semigrasos presentan un nivel de grasa comprendido entre un 5-6 y un 3%, y la carne de los pescados blancos no sobrepasa el 3% en su contenido en grasa. Concretamente, los pescados azules acumulan la materia grasa debajo de la piel (grasa intramuscular), aunque en su mayoría es grasa poliinsaturada que posee múltiples beneficios para el organismo. Los pescados blancos por el contrario acumulan la grasa en torno al hígado. Pero dentro de cada pescado este contenido en grasa también puede depender de otro tipo de factores como la edad, tamaño, origen (salvaje o de acuicultura), época de desove, alimentación, etc. Los lípidos o grasas proporcionan a los peces azules la energía necesaria para su desarrollo y metabolismo: son peces activos que realizan largas migraciones en su ciclo vital y que presentan una gran potencia nadadora. Los pescados blancos son animales más sedentarios con una vida menos activa que los azules, por lo que no requieren acumular tanta grasa. El pescado azul, además de ser más rico en estas grasas insaturadas, presenta un mayor contenido en vitamina A y D si lo comparamos con el pescado blanco. EL pescado blanco, sin embargo, presenta un menor contenido graso, lo que se traduce en que son más digestivos y tienen menos calorías por ración que los azules. Al grupo de los azules pertenecen pescados como el patudo, la caballa o el jurel, entre otros. Gallineta, marrajo o pez espada son algunos ejemplos de pescado semigraso mientras que son pescados blancos la merluza, el bacalao, la raya, el rape o el gallo, entre otras muchas especies. Pero a pesar de estas diferencias no hace falta elegir entre un tipo u otro de pescado: ambos son excelentes alimentos y deben estar presentes en una dieta variada y equilibrada que dé cabida a todo tipo de productos del mar. ¡Anímate a probar alguna de las especies y recetas que te recomienda Fish&Health!

Pescado azul y pescado blanco. Aprendamos a diferenciarlos
23-05-2018

Desde un punto de vista nutritivo los pescados se pueden clasificar en función de su contenido en grasa como pescados grasos o azules, pescados semigrasos y pescados magros o blancos. Para diferenciarlos fácilmente a simple vista, no tenemos más que fijarnos en la forma de su cola: una cola en forma de V nos indica que ése es un pescado azul. Aunque los límites pueden variar ligeramente en función de la bibliografía, en general los pescados azules son los que poseen un contenido en grasa superior a un 5-6%, los semigrasos presentan un nivel de grasa comprendido entre un 5-6 y un 3%, y la carne de los pescados blancos no sobrepasa el 3% en su contenido en grasa. Concretamente, los pescados azules acumulan la materia grasa debajo de la piel (grasa intramuscular), aunque en su mayoría es grasa poliinsaturada que posee múltiples beneficios para el organismo. Los pescados blancos por el contrario acumulan la grasa en torno al hígado. Pero dentro de cada pescado este contenido en grasa también puede depender de otro tipo de factores como la edad, tamaño, origen (salvaje o de acuicultura), época de desove, alimentación, etc. Los lípidos o grasas proporcionan a los peces azules la energía necesaria para su desarrollo y metabolismo: son peces activos que realizan largas migraciones en su ciclo vital y que presentan una gran potencia nadadora. Los pescados blancos son animales más sedentarios con una vida menos activa que los azules, por lo que no requieren acumular tanta grasa. El pescado azul, además de ser más rico en estas grasas insaturadas, presenta un mayor contenido en vitamina A y D si lo comparamos con el pescado blanco. EL pescado blanco, sin embargo, presenta un menor contenido graso, lo que se traduce en que son más digestivos y tienen menos calorías por ración que los azules. Al grupo de los azules pertenecen pescados como el patudo, la caballa o el jurel, entre otros. Gallineta, marrajo o pez espada son algunos ejemplos de pescado semigraso mientras que son pescados blancos la merluza, el bacalao, la raya, el rape o el gallo, entre otras muchas especies. Pero a pesar de estas diferencias no hace falta elegir entre un tipo u otro de pescado: ambos son excelentes alimentos y deben estar presentes en una dieta variada y equilibrada que dé cabida a todo tipo de productos del mar. ¡Anímate a probar alguna de las especies y recetas que te recomienda Fish&Health!